lunes, 30 de noviembre de 2009

Problemática previa de Habermas

a) El problema de la verdad: Una afirmación es exactamente verdadera, cuando expresa un consenso logrado en un discurso sin dominaciones.

¿Les ha pasado que hablan con alguien y pretende imponer su versión de algún hecho? Pues este problema era recurrente en la psiquis del señor Jürgen. Esta eventual afirmación no debe estar obligada por una de las partes, ya que, de serlo y no cambiar, no llegará a ser verdadera.


b) El problema de la identidad: Cuando la pragmática de los discursos ajenos a cualquier dominio alcanza a todos los campos de la sociedad, la sociedad moderna logrará su nueva identidad.

Como un proceso de cambio de paradigma, el ingreso de un discurso nuevo a la sociedad, conlleva a que esta cambie.


c) El problema de legitimación: Cómo pueden justificarse unas decisiones sociales (en política, economía, cultura, etc.) ante los interesados.

Sólo en el discurso ajeno al dominio, que conduce al consenso, se resuelve el problema de la legitimación. Aquí se debaten los sentidos morales en donde, como sociedad, actuamos a partir de "reglamentos" implícitos.

viernes, 27 de noviembre de 2009

Validez y actos de habla


La tesis de Habermas es que el hablante eleva con cada acto de habla (al menos) tres pretensiones de validez 'universales' :
la de verdad,
la de corrección (normativa) y
la de sinceridad o veracidad.


El acto de habla es la unidad elemental de la comunicación lingüística, que según J.R. Searle no es un símbolo sino "la producción o emisión de una 'instancia' de una oración bajo ciertas condiciones"

La competencia del hablante ideal, argumenta Habermas, incluye la capacidad de entender y producir emisiones, pero también la capacidad de establecer y entender esos modos de comunicación con en el mundo externo que es donde tiene lugar el habla. Se trata por tanto de una intersubjetividad inserta en el mundo, actuante con él. Como el habla es el medio distintivo y omnipresente de la vida en el nivel humano, la teoría de la comunicación constituye la disciplina universal y básica de las ciencias humanas: revela la infraestructura universal de la vida sociocultural.

Para poder llegar a un entendimiento, hablante y oyente tienen que comunicarse en el nivel de la intersubjetividad, en el que establecen, por medio de actos ilocucionarios, las relaciones que les permiten entenderse entre sí, y el nivel de las experiencias y estados de cosas sobre los que se entienden en el contexto comunicativo.

Desde el punto de vista de una teoría de la acción comunicativa, la teoría de los actos de habla ofrece una explicación de la fuerza ilocucionaria propia de las oraciones realizativas que pueden generar las relaciones interpersonales pretendidas por el hablante. Así, la tarea de la pragmática universal es la reconstrucción de las "presuposiciones generales de las acciones de habla consensuales".

martes, 17 de noviembre de 2009

Teoría consensual de la verdad: camino a la pragmática universal.




El que habla -escribe Habermas- debe elegir una proposición comprensible, para que el que habla y el que escucha puedan entenderse el uno al otro; el que habla debe tener la intención de comunicar un contenido proposicional verdadero, para que el que escucha pueda compartir su saber, el que habla debe querer exteriorizar las propias intenciones de modo verdadero, para que el que escucha pueda creer (tener confianza) en aquello que dice; el que habla debe finalmente buscar la expresión justa en la consideración de normas y valores vigentes, para que el que escucha la pueda aceptar de modo que ambos, el que habla y el que escucha, puedan ponerse de acuerdo en orden a un fundamento normativo reconocido...

El fin de una comunicación es la provocación de un estar de acuerdo que termina en la comunión intersubjetiva de la comprensión recíproca, del saber participado y de la confianza recíproca.

El estar de acuerdo reposa sobre la base del reconocimiento de las respectivas pretensiones de validez: comprensibilidad (Verstándlichkeit), verdad (Wahrheit), sinceridad (Wahrhaftigkeit) y justicia en relación a normas y valores (Richtigkeit)"5.


Si una sola de estas pretensiones universales de validez viene desatendida, según Habermas, se desciende al plano del "hacer instrumental y estratégico" (es decir, al nivel del lenguaje, al plano de la ideología) o bien se interrumpe del todo la comunicación, pero no se da realmente un "hacer orientado a la comprensión".

En pocas palabras, el lenguaje puede alcanzar su fin más íntimo, o bien la recíproca y auténtica "comprensión", solo a condición de que el "juego lingüístico" funcione, es decir, solo a condición de que los participantes en cualquier discurso pongan de manifiesto y reconozcan recíprocamente determinadas pretensiones de validez.

En cuanto "pretensiones de validez" que manifestamos explícitamente en lo que Habermas llama "uso cognitivo del lenguaje, la verdad no viene pues considerada como un predicado semántico que se añade a determinados enunciados, sino, a la par que las otras pretensiones de validez, es más bien una función del entenderse. Y es precisamente en este contexto, que hemos delineado solo sumariamente, donde toma cuerpo la teoría consensual de la verdad.

lunes, 16 de noviembre de 2009

Análisis del lenguaje parte II: Nosotros

La tarea de la Pragmática Universal consiste en identificar y reconstruir las condiciones universales de una posible comunicación.

Cada vez que tomamos parte en cualquier proceso comunicativo orientado al entendimiento recíproco es necesario que cada uno de nosotros satisfaga las siguientes, y no otras, pretensiones universales:

• Expresarse comprensiblemente (con corrección gramatical),
• expresar un contenido proposicional verdadero,
• ser sinceros en aquello que se dice, y
• tender a una acuerdo recíproco sobre la base de normas y valores considerados como válidos.


Como comunicadores sociales en proceso, los estudiantes de periodismo debemos emplear un claro y buen uso del lenguaje, expresarnos coherentemente y siempre con la verdad, y ser sinceros en los datos que manejemos en un proceso comunicativo, en el que pretendemos llegar a buen término, por constructores de la realidad que somos.



¿La comunicación por parte de los periodistas es real? ¿La empleamos bien, no solo con el propósito de informar sino que, además, con el sentido real de crecimiento que plantea el comunicar?

domingo, 15 de noviembre de 2009

Análisis del lenguaje parte I

El cambio desde la filosofía de la conciencia al análisis del lenguaje (positivismo lógico y otras versiones de la filosofía analítica) solamente mantiene el tradicional empleo diádico de los signos, es decir la relación entre oraciones y estados de cosas.

Para Habermas, en cambio, será necesario introducir un modelo triádico (Bühler) donde el análisis del significado lingüístico queda referido, desde un principio, a la idea de un entendimiento entre los participantes de la interacción lingüística sobre algo en el mundo. Este modelo articulado en términos de teoría de la comunicación supone un avance adicional al giro lingüístico experimentado por la filosofía del sujeto.



Habermas desarrolla una teoría del lenguaje que abre un camino hacia su aspiración de universalidad. Allí, el lenguaje está al servicio de la coordinación social, salvando las barreras culturales y las creencias individuales o de grupos.

Al conectar el concepto de lenguaje con el de sociedad, y éste con el de mundo de la vida como su horizonte contextualizador, se abre la posibilidad de una teoría del lenguaje que concilie la acción con la interpretación.

Habermas pretende que la noción de la racionalidad comunicativa está contenida implícitamente en la estructura del habla humana como tal y que significa el estándar básico de la racionalidad que comparten los hablantes competentes al menos en las sociedades modernas.

Esto significa que aquel que comprende la relación interna entre los requisitos de validez y el compromiso respecto a dar y recibir argumentos se está comportando racionalmente. Y no solamente en una dimensión de relaciones lógicas entre proposiciones y acciones (coherencia) sino en una dimensión de relaciones dialógicas entre diferentes hablantes. Por lo tanto, la racionalidad comunicativa es también una actitud racional específica que los individuos adoptan hacia otros y hacia sí mismos como una actitud de reconocimiento mutuo.

viernes, 23 de octubre de 2009

Pensamiento de Jürgen


¿Cómo es posible lo anterior?

El inicio de la pragmática occidental en norteamérica parte con la presencia de la Escuela de Frankfurt, quienes huían de los nazis.

Habermas, por lo tanto, es heredero de la escuela de la Teoría Crítica de la sociedad. Es un estudioso de lo que el llama el "fracaso del programa de los años 30" que consistía en aplicar un "materialismo interdisciplinar" como método de las ciencias humanas. Este fracaso se debería al agotamiento del paradigma de la filosofía de la conciencia.

Habermas se propone reemplazar el paradigma fracasado por una teoría de la comunicación. Para ello, presenta su propia versión de la crítica a la sociedad y renovadas alternativas de superación de las controversias, mediante su concepto de acción comunicativa y su ética del discurso. Cree, como Marcuse, que la ciencia puede ser un 'instrumento de liberación'.


¿Con qué objetivo?

Replantear las tareas pendientes interrumpidas con la Crítica de la razón instrumental de Adorno y Horkheimer. Habermas afirma que la filosofía de la conciencia acaba dejándonos en las manos de la razón instrumental.

Básicamente, podría decirse que Habermas ha "traducido" el proyecto de la Teoría Crítica de la sociedad desde el marco conceptual de una filosofía de la conciencia, adaptada a un modelo de sujeto-objeto de cognición y acción, al marco conceptual de una teoría del lenguaje y de la acción comunicativa.


«Horkheimer y Adorno tomaron una ruta no sólo diferente sino opuesta: sin desear más superar la contradicción realizativa de una crítica de la ideología totalizante, intensificaron en su lugar la contradicción y la dejaron irresuelta. Al nivel de la reflexión realizada por Horkheimer y Adorno, cada intento de plantear una teoría era conducido al abismo: como resultado, abandonaron toda aproximación teórica y practicaron «ad hoc« una negación determinada, opuesta, por tanto, a la fusión de la razón y el poder que llena todas las fisuras.»

Nota: Entrada guardada en la fecha señalada y publicada el 12.11.09.-

martes, 22 de septiembre de 2009

Obra


La obra donde Habermas expone más extensamente su concepto de acción en la vida social es Teoría de la Acción Comunicativa, donde su propósito declarado en el Prólogo es que esta sea una "fundamentación metodológica de las Ciencias Sociales en una Teoría del Lenguaje". Es decir, por una parte es de interés para el cientista social como un instrumento teórico para el análisis empírico de las estructuras sociales, y por otra para el filósofo del lenguaje como un aporte a la revisión de los problemas de la filosofía del lenguaje.

Habermas apela a la estructura dialógica del lenguaje como fundamento del conocimiento y de la acción. Como resultado extrae el concepto de acción comunicativa donde la racionalidad está dada por la capacidad de entendimiento entre 'sujetos capaces de lenguaje y acción' mediante actos de habla cuyo trasfondo es un 'mundo de la vida' de creencias e intereses no explícitos y acríticamente aceptados por las comunidades de comunicación.

La teoría de la acción comunicativa es para Habermas el principio explicativo de una teoría de la sociedad fundada en una teoría del lenguaje y en el análisis de las estructuras generales de la acción. El rasgo característico de los seres humanos será la racionalidad manifestada 'objetivamente' en el 'lenguaje'.

En las páginas finales del segundo tomo Habermas declara que el propósito de su investigación es introducir la teoría de la acción comunicativa para dar razón de los fundamentos normativos de una teoría crítica de la sociedad.

Es, además, un marco para un proyecto de estudios interdisciplinarios sobre la racionalización capitalista moderna desde una perspectiva filosófica. Las ciencias sociales pueden asegurarse de los contenidos normativos de la cultura, del arte y del pensamiento por vía del concepto de razón comunicativa (de una razón inmanente al uso del lenguaje, cuando este uso se orienta al entendimiento).

Con este concepto vuelve a considerar a la filosofía capaz de cumplir tareas sistemáticas y a exigirle ese cumplimiento. "Las ciencias sociales pueden entablar relaciones de cooperación con una filosofía que asume como tarea la de realizar el trabajo preliminar para una teoría de la racionalidad."


Referencias:


Fernández, S. (2001) Habermas y la Teoría Crítica de la Sociedad. Legado y Diferencias en Teoría de la Comunicación. Santiago: Universidad SEK. Revisado el 20 de septiembre de 2009. Disponible en http://www.infoamerica.org/documentos_pdf/habermas01.pdf